EL ÓRGANO HISTÓRICO DE TORRE DE JUAN ABAD

Notas de historia. Notas para la historia

 

 

 

“.. Sépasse por esta pública escritura y obligación... como yo Gaspar de la Redonda Zevallos maestro organero, vecino de la villa de Campillo de Alto Buey del obispado de Cuenca, Y estante en ésta de la Torre De Juan Abad, que me obligo a labrar, construi y, conducir  para la Iglesia Parroquial de ella un órgano que ha de constar y contener los siguientes registros... “

 

Con estas palabras leídas y firmadas en Torre de Juan Abad, en protocolo notarial ante D. Francisco Joseph Romero,  entre D. Gaspar de la Redonda Zeballos (maestro organero) y el cura de  esta Parroquia...  aquel 24 de Abril  de 1763, se iniciaba una obra de una gran  envergadura musical, que por entonces trascendió los limites locales y regionales en su concepción y en su proyección.

 

Nuestros  antepasados en su lucidez artística y cultural  celebraron la terminación de una obra artística (el Dorado del retablo) con la Proyección de otra obra artística, si cabe aún más ambiciosa: la construcción de un órgano catedralicio “acordaron unanimente se fabrique un nuevo organo con arreglo a la planta de que sus mercedes se hallan instruidos...” en una localidad, que si bien era una de las tres cabeceras del Campo de Montiel, no contaba con más de 1000 habitantes.

 

Esto además  no era una excepción,  en todo el Campo de Montiel se venía construyendo y solemnizando el culto y las Iglesias. La Orden de Santiago, venía desde 1212 afincando su presencia en este territorio, era una  acuerdo tácito entre la Orden y la Corona: todo el territorio arrebatado a las manos enemigas (musulmanas) pasaría a propiedad de los Caballeros de la  Orden.

 

Pero volvamos al tema central que nos ocupa: El órgano histórico de Torre de Juan Abad, y nos ocupa en este estudio no tanto por el pasado y su entonces relevancia; si no por el presente y su enorme proyección.

 

            Se trata del único Órgano Histórico que se conserva en nuestra provincia, y uno de los pocos de toda la región. Conservamos  el 99% del material original. Su restauración nos ha permitido devolver la vida sonora a un instrumento, verdadera joya del pasado, poder escuchar en él las partituras de Antonio de Cabezón, Francisco  Correa de Arauxo o  Cabanilles y oírlas tal y como fueron concebidas por sus autores,  y en un instrumento para el que fueron concebidas. Nos permite volver en el tiempo a aquel siglo de oro. Dos de cuyos representantes (distintos y geniales ambos) visitaron por cierto esta Iglesia: D. Francisco de Quevedo y Sta. Teresa de Jesús. Quevedo oyó sonar un instrumento algunos de cuyos tubos, todavía se encuentran en el instrumento ahora recuperado.

 

Es un placer oírlo, así lo han descubierto los grandes organistas europeos que lo visitan y armonizan durante los Ciclos de Conciertos; los organistas de Amberes, Burdeos, Notre Dame de París, La Madeleine en París; Malmoe en Suecia... nos ofrecen sus conciertos con regularidad. El gran maestro de organistas y precursor del movimiento de restauración de los órganos Ibéricos, miembro de la Royal Academy de París,  FRANCIS CHAPELET, visita varias veces al año este órgano.

Los sonidos del órgano están proyectando Torre de Juan Abad más allá de sus límites. En toda Europa se habla del Órgano de Torre de Juan Abad.

 

Está situado en una estrecha tribuna  en voladizo,  en el muro norte, tiene caja de pino, labrada y policromada en mármol con rocallas doradas. Un fuelle grande en cuña con cinco pliegues, alimentado por dos bombas más pequeñas accionadas por un balancín en forma de T, produce El aire. La la tubería es de origen, y algunos juegos quizás pertenezcan al anterior instrumento del S. XVII sobre el que se levantó el actual.

 

El precio estipulado para el instrumento que nos ocupa fue de 7000 reales más  el viejo órgano ya inservible y en muy mal estado de conservación; sin duda el que mereció la descripción de Quevedo en sus “Migajas Sustanciosas”. Por su parte, la Caja que debía albergarlo, un magnífico mueble dorado y policromado en tonos azules y rosas imitando mármoles,  pleno de rocallas, guirnaldas en cascada y placas recortadas, quedó a cargo de la fabrica, encomendándola al tallista local Cristóbal García Hidalgo en 3000 reales.

 

Incorporados a la maquinaria se encuentran restos del órgano que, casi con seguridad conoció y escuchó Quevedo: tambores, portavientos, armazón inferior del pedalero, contras, tubería y hasta restos de un órgano renacentista pequeño. Hay varios documentos de interés histórico pegados en el interior del fuelle; y partituras del primer cuarto del S. XVII encoladas a las contras de tambor para conservarlas herméticas.

 

En el interior del fuelle, forrando la tapa, aparecen unos papeles, algunos curiosos y conmovedores. Fechado en 1764 y manuscrito por Juan Antonio de la redonda, hijo de Gaspar, en el que a modo de ejercicio de caligrafía, relata un pasaje del cantar de Roldán, referido al duelo entre el gigante sarraceno Fierabrás y el paladín Oliveros para la reconquista de las sagradas reliquias de la Pasión, un asunto muy divulgado en la Mancha, a lo largo del XVIII y a través de coplas populares, y cuyos textos vendrían a ser utilizados como ejercicio de caligrafía y lectura para niños. Así puede deducirse del final del manuscrito: “ de la mano y pluma de Juan Antonio Zevallos, discípulo del señor maestro Francisco Campos, (vecino de la villa del Campillo de Altobuey. Año de 1764.

Junto al anterior ejercicio caligráfico apareció un fragmento de una carta dirigida a él por un fraile cuya firma no se ha conservado, con el fin de preparar su llegada a Tomelloso hacia el mes de Agosto y acompañarlo para la instalación o remate de un órgano.

 

Conserva, también en su interior retazos de la historia de la música: Varios tubos de madera, de casi dos metros de alto, están forrados con partituras antiguas. No son hojas sin importancia. Hay páginas en cifra de órgano procedentes de un ejemplar  de la Facultad Orgánica (Alcalá 1626) de Francisco  Correa de Arauxo (Sevilla 1583/84)- Segovia 1654. Contemporáneo de Quevedo, “Señor de La Torre de Juan Abad”, sus tientos y discursos se corresponden con el misticismo que podemos encontrar en  los grandes sonetos del genial escritor, algunos escritos desde este pueblo:

 

Retirado en la paz de estos desiertos

con pocos, pero doctos libros juntos,

vivo en conversación con los difuntos

y escucho con mis ojos a los muertos.

 

En otros tubos hay pegadas dos partituras del primer tercio del S. XVIII. Hay también varias hojas con música de Inglaterra para instrumentos de arco, insólita en el panorama musical español. Sellando el interior de varios tubos, aparecieron en 2002, según descubrió el musicólogo Alejandro Massó, director del Programa Repsol YPF..., partituras para bass viol inglesa, únicas conocidas en España hasta el presente. Se trata de partes de partitura para viola de gamba, escritas con trazos a la inglesa, sobre exagramas, como hace Orlando Gibbons cuando escribe para virginal, cuerdas o voces, y no en pentagramas, como es habitual. En una de las páginas manuscritas  indica que el autor es Jinkins, que no es otro que Jhon Jenkins (1592-1678), compositor y violista al servicio al servicio del futuro Carlos I, integrado en el séquito del Príncipe.

 

En palabras del musicólogo Alejandro Massó, en el texto del CD próximo a editarse ¿Qué mayor gloria añadida le cabe al órgano de Torre de <Juan Abad que cobijar además de tientos salido del maestro Correa de Arauxo y dos carreras anónimas para violines, de principios del XVIII, estas líneas, escritas posiblemente de mano del gran compositor ingles?  Sus  manuscritos, perdidos  ahora, se conocen principalmente a través de la publicación  de John Playford “Musick`s Handmaid de 1678. Por ello se incrementa aún más la universalidad de este órgano. Como no hay ninguna música de esta naturaleza en España, su interés histórico es considerable.  ¿Cómo llegan a la Torre de Juan Abad?

 

La actividad de Quevedo durante estos años y su ir y venir a la Corte, pueden tener la respuesta. En 1618 se concibe el matrimonio entre María de Austria, hermana mayor de >Felipe IV y el príncipe Carlos, heredero del trono inglés . Éste se presentó inesperadamente en la Corte de Madrid en 1623. Le acompañaba el duque de Buckingham y numerosos consejeros, eruditos, artistas, cantores bailarines y músicos. La larga estancia del príncipe y su séquito en Madrid, influyó en las aficiones del joven Felipe IV. No faltaron las fiestas, ya que Carlos traía su propia orquesta, magnífica, según testigos de las ceremonias en el Real Alcázar de Madrid y en el Pardo. Quevedo no se quedaría fuera. En algún momento alguna partitura para bass viol, tan del gusto inglés, llegaría a manos de Quevedo... y de ahí a Torre de Juan Abad.

 

 

Quevedo dejó escrito hacia 1640 este pensamiento único en la literatura española:

 

“... El Órgano una junta de afligidos tocada de la mano poderosa y de sus agravios.

Los dos fuelles: el uno el que abaja, el del dolor; el otro, el que sube, el de la confianza en Dios. Una corneta subida, las alabanzas del alma al que la crió. Corneta muda, los gemidos que no se atreven de miedo a descubrirse. De estos instrumentos, muchos en este siglo...”

 

D. Francisco de Quevedo vivió muchas temporadas en su casa de Torre de Juan Abad. Frecuentó el templo y asistió a Misa en lugar privilegiado. Es casi seguro, que a pesar de su cojera

( “la una pata ya en la guesa, y la güesa en la otra pata) subió al coro alto, por los mismos difíciles peldaños actuales de la escalera de caracol, que dá acceso al órgano y a la Torre-campanario.

 

En cuanto al maestro organero “... artífice de conocida habilidad, piedad y timoratez...”  Gaspar de la Redonda conocemos  algunas cosas:

El último día del año 1722, el cura propio de la Parroquia de San Andrés de Campillo de Altobuey, en Cuenca, desposaba por palabras de presente a Lucas de la Redonda Zevallos, nacido en torno a 1694 e hijo de Gaspar, ya difunto; y de Ana González, todos naturales de la ciudad de Valladolid, con Michaela de Zea Martínez, hija de Bernardino y de María Martínez, siendo velados el 4 de Febrero del año siguiente.

 

El veinte de Julio de 1776, los administradores de la Encomienda de la Villa de Bolaños de Calatrava, ordenan que se saque a subasta publica la obra de un nuevo órgano para la Iglesia Parroquial. Para semejante fin Gaspar de la Redonda, nuevamente entra en escena “maestro organero de habilidad conocida”

 

En las cuentas de la Parroquial de La Solana, referidas al periodo desde primeros del año 74,se consignaba por orden del Juez protector de iglesias del Consejo de las Ordenes, el pago de 12.000 reales de vellón destinados a la construcción de un órgano nuevo “cuyas condiciones y obra de dicho órgano la ha de efectuar Gaspar DE la redonda Zeballos, maestro organero de la villa de Campillo, maestro organero de habilidad conocida”.

 

Resulta muy interesante comparar este instrumento y su importe con el de La Torre. Ambos son de similar extensión; todo es igual. Sin embargo el aumento considerable de precio apunta en la dirección de una innegable solidez del taller y prestigio más que sobrado

 

Y el diecisiete de agosto fallecía en la villa que le vio nacer, sin mas honores que 150  misas que ordenó por su alma. Su estela y su apellido sobrevivirán en su hijo Juan Antonio y en el segundo, Lucas. Su fama y su memoria asombran por siempre cada vez que unas manos se deslicen con arte por el teclado que se custodia en esta parroquia

 

Y toda esta historia está ahí al alcance de la mano, gracias a la labor restauradora  del organero Alan Faye y su taller. Ellos fueron los artífices de esta resurrección artística y sonora. Estas fueron sus palabras:

Señoras y señores: Buenas tardes

 

Las personas de este  pueblo me conocen como artesano de la restauración del Órgano.

Y ahora, después de dos años y medio desde su restauración, tengo el placer de volver a estar con ustedes en esta Iglesia para escuchar, el que es ya, el  décimo cuarto concierto.

 

Ahora, hay que reconocer que este Órgano forma parte de la vida del pueblo, después de muchos años de silencio.

Es un instrumento excepcional, es la voz de esta Iglesia, y se sabe que acompañó muchas generaciones durante los momentos importantes de la vida de sus gentes: bautizos, bodas, comuniones, entierros

Algunas personas, ya mayores, se acuerdan de haberlo oído antes, y me conmovieron sus lágrimas cuando volvieron a escucharlo, la noche de su inauguración.

 

Me doy cuenta del papel social que tiene este instrumento: además de suscitar la curiosidad, despierta emociones internas y reúne a la gente para disfrutar de las más bonitas páginas de la música española, y este es su papel cultural y religioso.

 

Tenéis mucha suerte de tener en vuestro pueblo un Órgano de esta calidad, lo envidiarán muchos. Como el buen vino, que  se mejora con el tiempo, cada vez este Órgano lo encuentro mejor, y les invito a cuidarlo y quererlo

 

Alain Faye. Facteur d ´Orgues. Torre de Juan Abad

 

Afianza la importancia de este instrumento estas otras  palabras de D. Alejandro Massó, coordinador del Programa Repsol YPF para la recuperación de la Música Latinoamericana: “Una vez más se comprueba que los hoy considerados principales instrumentos de España (La Torre de Juan Abad, Abarca, Lietor, Caravaca de la Cruz, Catedral Nueva de Salamanca, Alguazas Daroca, el positivo de Felipe II de El Escorial y otros, han sido restaurados por el mismo circulo de especialistas procedentes de talleres prestigiosos europeos, como los de Patick Collon en Bruselas o Alan Faye y Pascal Quoirin en Francia...”

 

La historia, recuperada, ha llegado hasta nosotros. Ahora nos “toca” a nosotros hacer historia, historia sonora. Así se recogía y se proyectaba desde la Parroquia, en aquella noche del 30 de Junio de 2001, en las palabra de su párroco Urbano Patón

 

“...Hoy es un día grande para todos. Estamos haciendo historia. Estamos recogiendo nuestro más hermoso pasado, aquel de cuyo legado nos sentimos más orgullosos; y lo hacemos para mejorar nuestro presente, para disfrutarlo oyendo música, haciendo cultura. Y estamos también mirando al futuro, porque el Órgano que esta noche recuperamos, no es sólo para el presente, para nosotros; es también para el futuro; para que nuestros descendientes puedan disponer  de él con orgullo.

 

La fiesta de esta noche junto al Órgano hace muchos años que empezó, en 1763 (242 años). Se continúa hoy donde con el esfuerzo de todos y la ilusión y el empeño de muchos, estamos dando vida y sonido a la herencia recibida

 

 Se prolongará mañana, porque las generaciones futuras no van a recibir algo inútil e inservible, lleno de abolladuras; sino un instrumento perfecto para disfrutar de su música maravillosa...”

 

 

 

 

 

                                               Urbano Patón Villarreal.

Abril de 2006

                                              

         

Bibliografía: 

 

Archivo Parroquial de Torre de Juan Abad

Textos escritos para el CD “En el tiempo de Quevedo” grabado en este órgano, y realizado por los musicólogos Alejandro Massó y Enrique Máximo